Fernando despierta, con los ojos aun sonolientos, y un vaso de
cristal en la mesa que le dice que la noche fue larga, una vez mas. Pero
no entregada a la bebida ni a los placeres mundanos. Fernando no
toma.Talvez influenciado por su padre, que apreciaba cualquier sumo de
frutas y hasta vegetales, pero que no soportaba el olor del alcool,
tornandolo en el unico hombre que Fernando conocia que no tomaba, pero
que pasaba las noches pintando en su atelier, en la Calle Ciudad de
Cardiff, en en barrio lisboeta de los Anjos.
Fernando se acordaba
del olor, de los colores, de las inumeras conversaciones que su padre
mantenia con los hombres que le visitaban, algunos a comprarle cuadros,
otros simplemente por el placer de la conversacion, de la luz que venia
del atelier cuando el sol le daba al medio-dia, y principalmente del
pequeno estuche de oleos y pinceles que le habian regalado cuando
cumplió ocho años, marcando asi el paso de la infancia a una edad onde
supuestamente ya sabia lo que queria hacer de su vida, o por lo menos
con los oleos en la mano, conseguiria decidisrse mas facilmente por su
vocacion, hasta entonces dudosa.
Mientras su progenitor se
volteaba hacia una tela de grandes dimensiones y colores vivos, la
musica de fondo sonaba " Summer Wind" de Frank Sinatra, seguido despues
de Ella fitzgerald, ya que su padre era un grand admirador de voces que
le tocaban el alma, y que segun el " lo transportaban a un otro mundo, a
una otra realidad.".Realidades distintas era lo que pintaba el padre de
Fernando, hasta altas horas de la madrugada, ya mucho despues de la luz
del sol haber dejado de ser, y por la ventana entraren los primeros
rayos de luna...Pintaba un mundo nuevo decia el, en sus cuadros.Nunca
fuera un pintor muy conocido del mercado internacional del Arte, ni de
los circuitos nacionales, aunque un amigo de infancia lo representó
varias veces en exposiciones hechas en un Hotel en el centro de
Lisboa,en una pequeña Galeria donde se reunia la nata de la sociedad
portuguesa, junto con los pseudo-intelectuales que decian seren el
exponente maximo de los entendidos en Portugal.Auqnue siempre se haya
defendido bien, el padre de Fernando nunca quiso dar el salto maior que
las piernas, haberse aventurado fuera de sus fronteras. Decia el que sus
cuadros nunca serian compreendidos por alguien que no hablaba el mismo
idioma, aunque siempre tuvo la curiosidad de que un Ingles cualqueira
los mirara y se dispusiera a dar su opinion.
Pero eso fue antes.
Antes
que su padre haber sido " invitado" a abandonar su atelier, y con ello
su mundo, por culpa de un individuo que vivia en el sotano esquierdo, un
hombre alto, de ascendencia africana siempre vestido de modo impecable,
a veces se encontraban en atrio del edificio y se cumprimentaban con un
"Hola", mirandolo como despues desaparecia escalera abajo, siempre
metido dentro de su traje oscuro.
Hasta que un dia lo vio salir
escoltado por dos agentes de la Policia hasta el coche donde despues
desapareceria avenida abajo, dejando el padre de Fernando confundido
delante de tal escena. Solo unos dias mas tarde compreendió el porque:
el " Ministro" como llamaban al negro, habia engañado en varios miles de
euros el dueño del edificio, estando ahora el mismo en manos del
Ministerio Publico, donde investigacion atras de investigacion se
termino por perder dentro de un cualquier cajon dentro de una cualquiera
comiseria de Lisboa.
Pero eso fue hace mucho.
Fernando
mira el reloj y lentamente intenta despertarse. El suelo frio contrasta
con el calor que se desplega de su cuerpo causandole un
escalofrio.Tratando de recomponerse intenta poner en orden las imagenes
del dia anterior, que le pueblan la mente.."- Cuadros,
tintas,telas...una mujer.Quien era?" No se acuerda, como siempre. Apenas
un sonido, un sonido en los oidos que le penetra la mente y lo hace
olvidar...pero olvidar el que? Decide no dar mas atencion al sucedido, y
se pone a trabajar. La luz del sol entra ahora mas fuertemente por la
unica ventana donde habia establecido su espacio,su mundo. Era un
edificio singular aquel.Desde que hace siete años decidió marcharse de
Lisboa y establecerse en los Países Bajos, encontro ese edificio y se
sintió atraido por la privacidad que emanaba de la construccion, hecha
en el siglo XVII, y donde antes habia sido una destileria, era ahora un
conjunto de dos pisos, repartido por una area en comun, y donde
escaleras se intercalaban como en un laberinto.Se acordaba un poco del
famoso " Bateau-Lavoir", conjunto de ateliers famosos en finales del
siglo XIX., por los grandes artistas que por alli pasaron, entre ellos
Modigliani, Apollinaire, Juan Gris y probablemente el mas famoso de
todos, Pablo Picasso, que allí mismo pintó las " Meninas de Avignon", en
1907, tornandolo un ícono del arte moderna. Talvez por ellos Fernando
se haya enamorado por el edificio, sin embargo el hecho de saber que
tendría solo un vecino con quien compartir la escalera haya sido un
hecho determinante a la hora de quedarse allí.
La entrada se hacia
por una larga escalera hasta el segundo piso, atravesando por completo
la casa del vecino, un tipo curioso proveniente de las antiguas colonias
holandesas, y cuyo trabajo era hacer parte del idealismo de los
turistas, trabajando en una de las muchas "coffe shops" esparcidas por
la ciudad, pero que tenia como pasion el ballet clasico, y siendo
fervoroso conocedor de la obra de Rudolf Nureyev, no era raro verle
practicar su ritual por la mañana, al sonido de " Song of a
Wayfarer"...Fernando estaba ya acostumbrado, en el fondo hasta le
parecia divertido y se preguntaba si la inclinacion sexual del individuo
seria la misma que la suya, no obstante los fuertes indicios
reveladores del contrario.
El hecho de seren los unicos que vivian
en el edificio le hacia sentir a Fernando que era el sitio ideal para
pintar, ya que aunque compartian sonidos y comentarios cuando se
cruzaban, (ya que las paredes eran tan finas que se ponia escuchar del
otro lado) era un espacio confortable y amplio lo suficiente para cada
uno poder hacer su vida.
A Fernando le gustaba sentirse en su
mundo, estar largas horas entregado a su pasion,navegando por las telas
como si de una ola se tratara.Sin embargo, le gustaba saber que habia
alguien a escasos centimetros de distancia,Le gustaba esa sensacion de
seguridad, talvez por el hecho de , en un dia de calor, hace muchos años
atras, haya ido con sus padres a un Centro Comercial de la zona y
acidentalmente se haya quedado atrapado en unos de los ascensores,
quedando dos interminables horas completamente solo, sintiendo como si
el aire se le terminaba y escuchando los gritos histericos de la madre
detras de la pared del ascensor.
Cuando finalmente lo pudieron
libertar, venia con los ojos inchados por haber gastado todas las
lagrimas , pero sereno como una mañana de Verano.La actitud indiferente
contrastaba con la de su madre, que sintiendose como si su hijo hubiera
vuelto a la vida, tal Lazaro resuscitado, lo abrazaba mientras su padre,
pasandole la mano por su cabeza le decia:"..No fue nada, ya pasó.."